La nueva marihuana sintética que se vende sin control en tiendas en España: «Iba voladísimo»

El hexahidrocannabinol es un cannabinoide semisintético con efectos similares a los del THC, aunque se suele consumir con vapeador. En España, la sustancia está en un vacío legal y se vende en tiendas sin problema

Foto: Ilustración: EC Diseño.
Ilustración: EC Diseño.

«En una boda, un colega me explicó que tenía un vapeador de marihuana que colocaba muchísimo. Me avisaron de que no le diera más de una calada. Probé y era como si me hubiera fumado un petardo entero de una tacada. Me cogí un ciego gigante, y eso que no le di más veces», cuenta Jorge, de 37 años. No está hablando de ningún experimento entre colegas. Ni siquiera de algo ilegal. Se trata del último invento para sortear la prohibición del cannabis en muchos países. Su nombre es hexahidrocannabinol (más conocido por sus siglas HHC), un cannabinoide semisintético que, en el momento en el que se publican estas líneas, puede comprarse sin mayor dificultad en España.

«Es una simple modificación de la molécula del CBD o del THC, los dos cannabinoides más conocidos. Se haga con uno u otro, el resultado final es muy parecido al THC», explica Antón Gómez-Escolar, psicofarmacólogo especializado en drogas y divulgador en Drogopedia. El HHC, no obstante, aparece de forma natural en las plantas de cannabis, aunque «solo cuando están muy maduras y en cantidades tan pequeñas que no son suficientes para extraer», razón por la que se realiza este proceso químico para potenciar su desarrollo.

Eso sí, casi nunca se parte del THC, ya que es ahí donde están los efectos psicoactivos y el motivo por el que, a partir de una concentración superior al 0,2%, está prohibido en países como España. «Es más fácil coger un cannabinoide legal y sin apenas psicoactividad, como el CBD, y hacerlo a partir de ahí», continúa este especialista. Es en ese proceso donde se consigue que la sustancia, efectivamente, coloque. Además, al no estar fiscalizado, está en una situación de alegalidad.

El Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) detectó el primer caso en territorio comunitario en mayo de 2022 en Dinamarca, aunque no fue hasta abril de este año cuando publicaron un informe de algo más de 100 páginas donde explican lo poco que se sabe sobre el HHC. También algunos datos sobre su expansión, ya que se han realizado 50 incautaciones de productos que contenían este elemento, aunque sospechan que puede haber «un comercio potencial mayor».

Foto: Un trabajador revisa las plantas de cannabis en un invernadero de la compañía BOL Pharma en Lod, Israel. (EFE)

En el informe, detallan que han recibido identificaciones de HHC en 21 países —entre ellos, España— y, avisan, no está «controlado en la mayoría de los países europeos» ni tampoco por el sistema internacional de fiscalización de drogas, pese a su «rápida evolución». Por ahora, el HHC solo está monitoreado como una nueva sustancia psicoactiva (NPS) por el Sistema de Alerta Temprana (SAT) de la UE, donde entró en octubre de 2022.

Contactados por este periódico, en la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas señalan que están «vigilantes» sobre el HHC. Otros países europeos, como Francia, Bélgica, Italia, Dinamarca, Austria, Suecia, Finlandia, Estonia o Reino Unido ya lo han prohibido o han anunciado que lo harán pronto.

placeholderFoto: EFE/Miguel Gutiérrez.
Foto: EFE/Miguel Gutiérrez.

«Cuando aparece una nueva droga, pasa un tiempo hasta que se detecta y se empieza a tener información del consumo poblacional. Por ahora, solo hay datos anecdóticos, como detenciones, incautaciones o si alguien acude a urgencias tras consumirlas», apunta Gómez-Escolar, que añade que también es difícil tener cifras de consumo por métodos tradicionales como las encuestas, «que preguntan por las drogas que conocemos todos, pero no por algo tan moderno».

Desde el punto de vista científico, se trata de una sustancia casi desconocida, pero eso no significa que sea nueva. «El HHC fue sintetizado en los años 40 por un bioquímico americano, Roger Adams, durante sus investigaciones sobre los cannabinoides, pero quedó abandonado en un cajón, al igual que sucede con otras miles de sustancias psicoactivas que fueron descubiertas en investigaciones académicas o de la industria farmacéutica», indica. Es lo que ocurrió, por ejemplo, con la mefedrona, con efectos similares a las anfetaminas, éxtasis y cocaína, que arrasó en varios países europeos. «Siempre es la misma historia. Alguien descubre que existe algo que tiene efectos parecidos a una droga ilegal, pero no está prohibido, y lo saca al mercado para aprovecharse de esa situación», apostilla este psicofarmacólogo.

Foto: Elon Musk, en un evento en París el pasado junio. (Reuters/Gonzalo Fuentes)

Bernardo Soriano, abogado del despacho especializado S&F, relaciona el surgimiento del HHC con la prohibición del cannabis. «Es algo que favorece que se desarrollen sustancias que causen el mismo efecto sin que su comercialización suponga un delito. Las leyes siempre van por detrás de la innovación. Cuando regulen el HHC, inventarán otro que también acabará siendo regulado. Da igual que se luche contra él, porque se replicará», comenta.

«Esto no va a parar hasta que haya una regulación del cannabis», continúa este abogado, coordinador del equipo de diseño legislativo y redactor de la Ley de Regulación Integral y Control del Cannabis en Personas Adultas, presentada por Podemos hace unas semanas, después de que la anterior legislatura se cerrara antes de su toma en consideración. «La prohibición hace que surjan sustancias incluso peores, como los cannabinoides sintéticos, con efectos mucho más dañinos», advierte.

«Creía que era un vapeador de sabores»

El informe del OEDT también alertaba de que el HHC se vende «abiertamente» como «reemplazo» al THC con unos productos «muy atractivos». Ahí es clave el papel del vapeador de sabores, que aparenta ser la forma de consumo más extendida. Basta con echar un vistazo a cualquier tienda online relacionada con el mundo del cannabis o con estos dispositivos para encontrar decenas de modelos y tipos de HHC.

En algunos casos, se explica que es un «producto para coleccionistas», no «para consumo ni para fumar«, aunque otros hablan de «un efecto potente y satisfactorio en cada inhalación». Hay quien es más directo y, para que los clientes puedan echar cuentas, indican que un vapeador de 1,2 ml que no llega a 30 euros son «600 caladas de HHC, lo que equivale a unos 20 porros».

«Al principio, siempre hay más cuidado con estas sustancias, así que se venden como no aptas para consumo humano y evitan problemas. Dicen que son hierbas aromáticas, sales de baño, fertilizantes… Aunque otros ya ni toman esa precaución», comenta Gómez-Escolar, que remarca que en este caso «se vende en cartuchos precargados para fumar, no hay margen para decir que es para otra cosa».

Foto: El psicólogo y doctor en Farmacología José Carlos Bouso. (Cedida)

Hay otras vías de venta, como los comestibles, aceites o el espolvoreado sobre cogollos de CBD, algo que consigue que, según la OEDT, «se vean y huelan como el cannabis ilícito». «Es algo beneficioso para el camello, porque si le pillan, van a comprobar que no es una sustancia fiscalizada y el delito se vuelve menor o, incluso, desaparece. El consumidor apenas lo va a notar», añade este psicofarmacólogo.

De hecho, quienes han probado los vapeadores de HHC aseguran que el efecto es mucho más potente. Es el caso de Arturo, de 29 años, a quien se lo ofreció un compañero en la cena de empresa. Solo le dio una calada. «Creía que era un vapeador de sabores, pero a los 10 minutos me empecé a encontrar muy raro y ya me explicaron lo que era. No paraba de subirme y llegué a tener miedo porque notaba que el corazón iba muy rápido. Acabé vomitando y yéndome a casa. Iba voladísimo, acojonado vivo», cuenta.

placeholderFoto: Europa Press/Eduardo Parra.
Foto: Europa Press/Eduardo Parra.

Pese a este testimonio, lo cierto es que la todavía escasa evidencia científica sobre el HHC indica que su efecto es algo inferior al del THC. «Cuando consumes cannabis, tiene una concentración determinada, porque en una planta no hay una alta concentración de principios activos. Si estás tomando HHC sintetizado de forma química en un líquido, lo más probable es que ingieras una cantidad mucho mayor, porque ha pasado por un proceso de purificación», indica Gómez-Escolar, que enfatiza que habría que tener ambas sustancias en estado puro para poder hacer comparaciones.

De cualquier modo, el informe del OEDT sobre el HHC remarca que «se sabe relativamente poco sobre los efectos y riesgos de su uso», ya que apenas hay estudios científicos sobre su efecto en humanos. Gómez-Escolar recuerda que el estatus de alegalidad no implica que sea «menos peligrosa que la ilegal, porque tampoco están sometidas a controles de calidad farmacéutica y pueden contener elementos tóxicos». «Todo apunta a que son los mismos riesgos que el THC, pero no se puede asegurar hasta que no se evalúe. Como mínimo, serán los mismos. Esa incertidumbre nos obliga a extremar las precauciones. Ante la duda, siempre es mejor evitar lo desconocido», avisa.

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